Es un sistema de drenaje de la lágrima (fabricada por la glándula lagrimal), a través de orificios, canalículos y conductos, con el fin de drenar lágrimas desde el ojo hacia la nariz y así a la garganta. Ayudado por los parpados, funcionando como una bomba lagrimal.
Se refiere al taponamiento del sistema de drenaje de las lágrimas, pudiendo producirse un stop en varios trayectos de la misma. Por ejemplo: orificios lagrimales, canalículos lagrimales, saco lagrimal y conducto lagrimal nasal. Toda obstrucción se acompañara de lagrimeo persistente, desde que se levanta hasta que se acuesta el paciente. Los orígenes pueden ser variados, desde grandes infecciones oculares, inflamaciones severas del ojo y nariz, traumatismo en región de la vía lagrimal y nasal, cirugías nasales y congénitas. La mayoría de los casos obstructivos se trataran con cirugía, desde conformadores de siliconas de orificios lagrimales, stent de silicona canalicular, dacriocistectomias (extracción del saco lagrimal infectado), dacriocistorrinostomía (realizar un by pass, con el saco lagrimal y la nariz, por obstrucción del saco lagrimal), ésta última se puede realizar por piel en la región de la vía lagrimal o endoscópica (abordando por fosa nasal); al igual que la cirugía de Jones (obstrucción de toda la vía lagrimal, colocando un tubo de pírex como una canaleta entre el ojo y la nariz). Estas dos últimas cirugías se realizan generalmente con anestesia general, a diferencia de las demás que se realizan con anestesia local, mediante una inyección y apoyo anestésico. Con un reposo postquirúrgico más prolongado en las que utilizan anestesia general.
Al nacimiento, el 50% de los lagrimales están fisiológicamente ocluidos, la perforación espontanea se produce a las 3 o 4 semanas de vida y un 20% sigue obstruido al mes. Durante el primer año de vida las posibilidades de que el canal lagrimal se desobstruya espontáneamente son muy altas y dependen de la edad del niño, a los 3 meses de edad tiene 80% de posibilidades; a los 6 meses, 70%, y a los 9 meses, 52%. Los síntomas más comunes son el lagrimeo y las secreciones en los párpados y las pestañas. Cuando después del año el infante continua con dichos síntomas, se aplican tratamientos como el sondaje de vías lagrimales (desobstruir el lugar de stop), si continúa se realizará el sondaje más una intubación con silicona (hilo grueso) y si este también falla se practica la dacriocistorrinostomía. Todos estos tratamientos se realizan con anestesia general acompañado o no con endoscopia nasal. Hay casos particulares e infrecuentes que congénitamente aparecen patologías vecinas a la vía lagrimal que confunden con cuadros de obstrucción lagrimal y es necesario realizar estudios por imágenes.
